Relato: Historia Luis Carlos Cossio

LA VERDADERA HISTORIA SOBRE LUIS CARLOS COSSIO PALACIO

(Relata: Cruz Elva Giraldo Gil)

La primera vez que conocí a LUIS CARLOS COSSIO fue en el momento en que ingresé a laborar en el dispensario médico de la cuarta brigada del ejército en la ciudad de Medellín-Colombia (1995). El ya se desempeñaba como médico y yo ingresaba como farmaceuta de esa misma dependencia. Ambos como personal civil y sin ningún cargo militar.

Siempre fue reconocido por su excelente compañerismo y por sus pacientes, como un profesional de gran vocación y calidad humana.

Así transcurrieron siete (7) años en los que tomábamos algún tiempo para compartir un café y contar algunas anécdotas laborales y muchas veces de nuestra vida personal.

Fue de gran sorpresa para mí el día que me cuenta que había tomado la decisión de residenciarse con su familia (Esposa y dos hijos) en el lejano país del norte (Canadá), con el ánimo de poder brindarles una mejor educación y calidad de vida.

Fue motivo entonces para renunciar a la institución con la que laboraba y al iniciar el año 2002 viaja a ese país donde inicialmente recibe ayuda del gobierno con subsidios de vivienda y alimentación e inician estudios en idiomas ingles y francés.

Después de mucho prepararse para homologar su carrera y poder ejercer como medico en ese país, no fue posible, las exigencias eran grandes y una limitante fue el poco dominio del idioma ingles. Por estos motivos decide laborar en otras actividades distintas a la de la medicina, desde restaurantes y empresas de limpieza hasta lograr vincularse con una empresa de comunicaciones (GUESTECK) en soporte en Internet (call center), en la ciudad de Calgary del estado Alberta. Allí logra estabilidad laboral y reconocimientos por su buen desempeño.

Es así como logra mantenerse por casi siete años consecutivos y sin ningún antecedente se hace acreedor junto con su familia a la nacionalidad Canadiense.

Acontecían por estos tiempos cambios muy personales en su vida, entre ellos la separación legal con su cónyuge y el inicio de un nuevo romance con la relatora de esta historia, quien también había renunciado a su trabajo (2005) y había tomado la decisión de trasladarse a Venezuela y específicamente en la ciudad de Barinitas del estado Barinas en busca de mejores ingresos para sustentar el estudio de sus tres hijas y quien se desempeñaba en la administración de la Empresa familiar que posee su hermano desde hace mas de una década.

Entre llamadas, escritos y conversaciones por internet transcurren dos años y pudimos vernos en la Cuidad de Medellín Colombia finalizando diciembre de 2008, el viaja desde Canadá y yo desde Venezuela.

Después de regresar cada uno a nuestros sitios a recobrar las labores que cada uno desempañaba y pasados tres meses decidimos tomar la decisión de que Luis Carlos renunciara a la compañía donde laboraba para regresar a Colombia, posteriormente viajaría a Venezuela para reunirse conmigo por algún tiempo para posteriormente regresar y viajar al Canadá donde la empresa lo esperaba para seguir laborando en su antiguo cargo. Fue por tales motivos que decidimos laborar juntos mientras transcurría el tiempo necesario para que se llevaran a cabo nuestros planes.

En Barinitas transcurrían los días entre vender helados, compartir con familiares y realizar uno que otro viaje, a veces como turistas y otras como acompañante en viajes de trabajo a solicitud del dueño de la microempresa. Aprovechaba además para tomar fotografías de los distintos parajes que recorrían y poniendo así en evidencia la gran afición por la fotografía que tiene LUIS CARLOS.

Es precisamente en uno de estos viajes donde inicia el viacrucis de una inesperada e in entendible situación: cuando al regreso de surtir un punto de venta de helados, es detenido Luis Carlos junto a mi sobrino Santiago Giraldo en una alcabala cerca de la cuidad de Camatagua del estado Aragua, quienes después de ser requisados personalmente así como el vehículo en que se movilizaban, una camioneta propiedad de la microempresa. En estos hechos se da inicio a las primeras acusaciones por el hecho de ser de nacionalidad Colombiana.

Luego fueron trasladados a la Ciudad de Maracay y 48 horas más tarde se realiza audiencia de presentación por la justicia penal militar donde un fiscal los acusa por el delito de espionaje y deciden junto con la juez privarlos de la libertad y trasladarlos a una cárcel de máxima seguridad en Caracas (EL HELICOIDE) hasta realizar las respectivas investigaciones de acuerdo al caso.

Lo que nunca imaginaba Luis Carlos mientras esto acontecía, era que dos días después de su retención se realizaban en la sede de la microempresa, el sitio donde trabajaba, su vivienda y otra vivienda mas, eran allanadas por personal del SEBIN (servicio bolivariano de inteligencia) y eran detenidas 6 personas más: su compañera, dos sobrinos, un empleado de la fabrica y dos personas más que no tenían arte ni parte en este asunto que resultaron también ser Colombianos e indocumentados. Después de realizar el mismo procedimiento que a Luis Carlos y a Santiago fuimos trasladados al mismo lugar de detención y acusados del mismo delito.

Pasaban los días entre investigaciones, acusaciones sin fundamento, pugnas entre los dos gobernantes y sus más cercanos servidores que terminan 45 días después con la puesta en libertad plena y con archivo fiscal de Cruz Elva Giraldo, Santiago Giraldo, Isabel Cristina Giraldo, así como la deportación del trabajador de la fabrica y los dos personas mas.

Aquí termina una etapa e inicia otra: 20 días seguidos después de dejarnos en libertad es realizada audiencia preliminar para Luis Carlos y Nelson Giraldo la únicas personas del grupo que quedaron privadas de su libertad y determinan que continúan recluidas en el mismo sitio y en miras de iniciar juicio para determinar tiempo de condena, lo que hasta el día de hoy 17 de enero de 2011 no ha sido posible después de nueve fechas fijadas para tal efecto, las mismas que han sido canceladas sin ninguna justificación (por lo menos para las familias) y completado casi 10 meses de asistencia familiar de los detenidos con desplazamientos semanales desde Barinitas del Estado Barinas y desde Medellín Colombia hasta la ciudad de Caracas.

Lo único cierto e irrefutable de este caso es que todos y cada uno de los implicados “SOMOS INOCENTES”.

En todo momento se quiso buscar culpables en un caso que ninguno lo era, pero que ante la equivocación de algunos funcionarios del estado, la mala información y el deterioro de relaciones de dos gobiernos, sumando además la relevancia internacional que tomo el caso, hay que mantener a alguien detenido para justificar y no reconocer el error cometido con un grupo familiar reconocido por su trabajo, labor social y sus prácticas de buen vivir.

Surgen entonces preguntas como estas:

Será un espía:

El Portador una cámara fotográfica casi obsoleta?.

Guardar fotografías familiares en su computador personal?.

No poseer ni siquiera un celular?

No tener cámara de video?

No salir a fiestas ni a reuniones que no sean familiares?

No tener antecedentes judiciales?

Dedicarse a su hogar y a su familia?

Al que no se le encuentra ningún arma ni objetos corto punzantes?

No posee bienes de ninguna índole?,

Es bastante extraño entonces, que hasta se halla pensado en atentar contra la infraestructura vial.

En fin……Surgen muchas preguntas al respecto sobre esta situación tan particular y sobre una acusación tan sin fundamentos.

Caso que un mismo funcionario del SEBIN se atrevía a llamar “CANTINFLADA” y en otra ocasión otro funcionario del mismo organismo dijo que esto “NO TIENE PIES, CUERPO NI CABEZA”.

Seguiremos esperando con paciencia y confiados en la justicia divina que este caso culmine de la mejor manera, para seguir retomando y encaminando nuestra vida igual o mejor que antes.

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